Sin camino a casa. Ochenta familias fueron desalojadas de una quinta que se encuentra en la cuadra cuatro del jirón Cangallo, frente a la Maternidad.
Los afectados alegan que no fueron notificados de manera adecuada sobre la situación y consideran que el desalojo fue de forma arbitraria.
Ellos indicaron que el inmueble le pertenecía a una empresa japonesa que lo había hipotecado. Sin embargo, el banco vendió el predio a otro propietario que vio por conveniente retirar a todas las personas del lugar.
Pese a que los vecinos reconocen que existe el derecho para que el propietario reclame su propiedad, juzgan la manera en que se dio el desalojo.
Indicaron que fue un desaposento violento que no permitió que retiraran todas sus pertenecías.
Una inquilina del lugar manifestó que no puede rescatar a los gatos de su sobrina porque la policía no le permite el ingreso.
Además, indicaron que se debe actuar con más humanidad y dejar que las personas saquen a sus animales y demás posesiones.
Como se recuerda, este ha sido el tercer intento de desalojo en esta quinta, finalmente ejecutado.