La publicación de la Ley 31778, que modifica el Decreto Legislativo que reestructura el sistema administrativo de defensa jurídica del Estado y permite que el Poder Judicial y el Poder Legislativo puedan designar a sus procuradores públicos respectivamente; causó preocupación en el Procurador general del Estado, Daniel Soria, y el exprocurador, José Ugaz, quienes consideran que esta ley quiebra el sistema de defensa jurídica del Estado.
El abogado y exprocurador, José Ugaz, manifestó a La República que esta ley provocará que los organismos que ahora pueden designar procuradores podrán “poner a alguien que no le haga muchos problemas”.
Ugaz expresó que la actitud del Poder Ejecutivo, liderado por Dina Boluarte, es desembozada. Según la opinión del exprocurador, “el Ejecutivo viene jugando en pared para no ponerle ninguna traba a los intereses del Congreso”.
Por su parte, Daniel Soria en El Comercio advirtió de los riesgos que genera esta ley. Dijo que la vigencia de esta ley quebraría en la práctica el sistema de defensa jurídica del Estado, debido a que habrá procuradores designados por el Congreso, el Poder Judicial y otros organismos constitucionalmente autónomos y no serán designados por la Procuraduría General del Estado mediante un concurso público. Esto generará que los procuradores sean regulados por la entidad que los designó.
Recordemos que el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos emitió una opinión desfavorable sobre esta propuesta, sin embargo, a pesar de esto la Presidencia de la República no observó esta ley. Por todo esto, para Soria, la decisión de promulgar esta ley sería más política que técnica jurídica.
Ugaz también se refirió a esto como una conveniente sintonía entre el Congreso y el Ejecutivo, pues todo esto se da en el contexto en el que el Parlamento archivó una investigación por los hechos derivados de las protestas. “Nunca ha habido una sintonía, como la que vemos en estos días, en la que tanto el Congreso como el Ejecutivo cantan a una sola voz, tomados de la mano”, declaró José Ugaz.
